Jornaleros agrícolas no reciben ingresos suficientes: Conasami
Se reportó que 6 de cada 10 jornaleros no pueden cubrir la canasta básica, además de no contar con acceso a prestaciones como seguro médico

El pasado mes de agosto, el Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol) realizó una mesa de diálogo para revisar la situación actual de los jornaleros agrícolas en el país. En esta mesa participaron Andrés Peñaloza Méndez y Cinthia Márquez Moranchel, presidente y directora de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami).
En esta mesa se discutieron temas de gran importancia para personas dedicadas al sector agrícola, como son la agricultura, ganadería o la pesca. Se dieron a conocer datos de las condiciones salariales bajo las que trabajan estas personas y cómo se han visto afectadas durante la actual contingencia por Covid-19.
En promedio, los jornaleros agrícolas trabajan un promedio de 180 a 200 días al año. Debido a la informalidad de los trabajos en estos sectores, las prestaciones a las que pueden acceder estas personas son limitadas. Según los datos de la Conasami 94.1 por ciento de los trabajadores no tienen un contrato escrito, por lo que nueve de cada diez personas no tienen acceso a la salud por parte de su trabajo.
En México hay 2 millones 330 mil 305 personas registradas como jornaleros agrícolas, de los cuales 2 millones 37 mil 525 son hombres, constituyendo el 87.5% del total de jornaleros. Además de esto, una parte de los jornaleros deben migrar por cuestiones laborales, y estos comúnmente lo hacen junto a un cónyuge e hijos, a los cuales se les suele asignar una habitación para vivir, o se asigna una habitación para todos los trabajadores de una unidad de producción, lo cual produce aglomeraciones en un espacio muy reducido, lo cual es especialmente riesgoso con la actual contingencia.
Aunado a esto, las condiciones de vivienda suelen ser deplorables para este sector, teniendo en ocasiones pisos de tierra o techos de lámina, y suelen omitirse las medidas mínimas de seguridad, como el cubrebocas y la sana distancia.
La conclusión a la que se llegó en la mesa de diálogo fue que se requiere de un esfuerzo conjunto a nivel institucional en el que también intervengan organizaciones de la sociedad civil, incluso académicos que ya tienen mucho tiempo trabajando sobre el tema para que aporten su experiencia. “Es una cuestión en la que se requiere visibilizar la situación y la presencia de las personas jornaleras y la importancia que tiene su labor en la sociedad. Es una actividad básica, esencial, que no para incluso en la situación de pandemia”, dijo Cinthia Márquez. Igualmente se hizo énfasis en la necesidad de garantizar el acceso a la salud de las personas jornaleras agrícolas, y a que accedan a un pago justo.